Una empresa exportadora colombiana contrató un servicio de transporte marítimo para enviar maquinaria pesada a un cliente en Panamá. Durante el viaje, la maquinaria sufrió daños debido a una inadecuada sujeción en el buque. La exportadora presentó una reclamación contra el transportista marítimo, alegando incumplimiento del contrato de transporte y negligencia en el manejo de la carga. El transportista argumentó que el daño fue causado por una tormenta inesperada, calificándola como fuerza mayor.
Marco legal aplicable:
El contrato de transporte marítimo está regido por las Reglas de La Haya-Visby, aplicables a través de la legislación colombiana y panameña, ya que ambas adoptan normas internacionales sobre transporte marítimo. Estas reglas establecen las responsabilidades del transportista para garantizar que la embarcación sea apta para el transporte y que la carga sea manipulada con el debido cuidado.
Obligaciones del transportista:
Según las Reglas de La Haya-Visby, el transportista debe:
El argumento de fuerza mayor (tormenta) solo es válido si se prueba que el evento fue imprevisible e inevitable. Además, la carga debe estar asegurada de manera adecuada, incluso frente a eventos adversos
Pruebas clave:
Causas probables del daño:
Si se demuestra que la maquinaria no fue adecuadamente sujeta, el transportista sería responsable. Sin embargo, si la tormenta fue inusualmente severa y el transportista actuó diligentemente, podría eximirse de responsabilidad.
Para la empresa exportadora:
Para el transportista marítimo:
Resolución del conflicto:
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Desarollo: MAGUM